El principio de una novela son las primeras líneas de texto (no por ello de la historia, ni no del relato). El primer contacto que tendrá con ella el lector(Íncipit).
En la primera frase hay que atrapar la atención del lector, pero también con la primera situación descrita. Habrá que invitar al lector a seguir adelante y despertar su curiosidad. Engancharlo con una cadena de principio a fin, donde cada eslabón sea un párrafo.
La primera escena debe ser sugerente y potente, pero un introducción demasiado "impresionante" o sospechosamente emocionante podría delatar tus intenciones.
En la mayoría de las novelas las primeras páginas de la narración establecen las características de la voz que relatará los hechos durante el resto de la obra. Esta voz debe de ser coherente a lo largo de toda la historia, evitando los cambios bruscos e injustificados. y una vez concluida la escritura, deberemos revisar si la voz ha preservado su coherencia.
la voz es la suma del tono y del registro.
Con el tono nos referimos a la actitud emocional y al grado de implicación del narrador respecto a los personajes y la historia, así como al distanciamiento que toma ante los acontecimientos que relata.
Por registro entendemos el nivel de lengua que emplean tanto el autor como los personajes.
Tres cosas que hay que hacer en un principio.
1. Orientar al lector.
Sitúa al lector cuanto antes. Cuéntale donde está y que está pasando a su alrededor. Puedes guardar algún secreto para más adelante, pero no confundas al lector ni lo desorientes.
2. Presenta a tu protagonista.
Una vez el lector tiene una idea de donde se desarrolla la acción, presenta al protagonista lo antes posible y asegúrate de reafirmar su condición de protagonista.
3. Crea suspense.
cuando el lector sepa donde está y con quien debe mantenerse interesado sobre lo que está ocurriendo. Haz que se haga preguntas y que sienta curiosidad sobre la escena que se está desarrollando.
Cuatro cosas que no hay que hacer en un principio.
1. Historia de fondo.
Tienes que tejer el trasfondo a medida que avanza la narración, poco a poco. No pretendas explicarle a un lector recién llegado como es la geografía de tu mundo, su política y su cultura. tampoco le resumas la vida de alguien a quién acaba de conocer (personaje), porque nada de so le va a importar. Es muy importante que tú conozcas todos los detalles de tu historia, pero más importante es saber que hay que omitir y cuando.
2. Flashback
Cuando un in-medias res sale mal, nos encontramos con un íncipit donde la historia empieza con un interminable flashback que pone al lector al día. Esto habría tenido el mismo efecto que si comenzáramos directamente la novela por el principio de la historia.
3. Paisajes largos y descriptivos
Las descripciones son la clave para sumergir al lector en una historia, pero no son efectivas si abusas de ellas en al principio. Nadie quiere empezar una historia con un puñado de párrafos contando detalles sobre algo que acaba de ocurrir y todavía estamos tratando de asimilar.
4. Prólogos forzados.
La mayoría de las veces no necesitas un prólogo. Un prólogo inoportuno resta valor a la esencia de apertura si no se aporta información realmente necesaria. Se puede usar para cerrar un intervalo de tiempo o usarlo a modo de crónica que anticipa la historia que viene a continuación, pero nunca como un capitulo extra para explicar aspectos de la historia principal.
Antes de comenzar a ver los diferentes principios con los que contamos para empezar una novela, volvamos a su estructura (orden de la historia). Existen cuatro formas de estructura:
Estructura en orden cronológico.
Desde que comienzan los hechos que contamos hasta que terminan.
Estructura in medias res.
En latín: hacia la mitad de las cosas.
Esta estructura en la narrativa consiste en comenzar el relato en un punto intermedio de la historia, cuando el personaje ya está metido en el conflicto. Así que para conocer el planteamiento de la historia es necesario dar saltos hacia atrás mediante retrospecciones.
Es una buena estrategia para atrapar la atención del lector, ya que si desdelas primeras páginas se topa con un personaje en problemas y percibe una elevada tensión , es muy probable que continúe leyendo para resolver los motivos del conflicto.
Este recurso es de los mas empleados actualmente porque satisface al lector actual, que busca hechos que lo seduzcan e indicios que despierten su interés inmediatamente,
También es muy utilizado en el género negro y policiaco, ya que además de atrapar al lector, permite mostrar desde los inicios el suceso principal: un crimen. El personaje deberá recabar información para hallar al culpable. Indagará, se entrevistará con testigos, reconstruirá las escenas previas al hecho, y si ha sido suficiente sagaz, conseguirá resolver el caso.
In extremis.
La primera acción que presentamos en el relato es la última de la historia.
Es la mejor estructura para hacer que el lector se pregunte los motivos por los que el personaje ha terminado de esa manera. Y una vez generadas las expectativas de ese desenlace, presentaremos los momentos previos mediante retrospecciones.
Cuando en esta técnica, tras el principio (que es el final de la historia) los hechos ocurren cronológicamente en el relato, recibe el nombre de : estructura circular o racconto.
Cuando los hechos acciones tras el principio no se presentan cronológicamente, si no según su grado de intensidad o importancia, recibe el nombre de : estructura homérica.
Trama regresiva
La historia se cuenta al revés: empezando por el futuro y terminando por el pasado.
Ejemplo: El protagonista está muerto, abre los ojos, sale del hospital, deja el bastón, ya no está enfermo...,y así hasta que nace.
Y una vez aclarado este punto, volvamos a los principios.
Primero hay que saber que hay dos tipos de principios: estáticos, y en movimiento.
PRINCIPIOS ESTÁTICOS
Los principios estáticos son adecuados si queremos preparar el terreno para cuando irrumpa la acción. No obstante, corremos el peligro de que si no pasa nada durante varias páginas, el lector se aburra de contemplar una ciudad o de mirar a un personaje que no haga nada significativo.
No te enrolles, no hagas descripciones de mas de una frase. Cuenta algo directo, rápido. No trates de convencer al lector de lo variado que es tu vocabulario y de lo mucho que te gustan las metáforas.
Puedes lucir tus descripciones mas adelante, pero no en la primera pagina, ya que son un repelente para el lector.
PRINCIPIOS EN MOVIMIENTO
El movimiento en las primeras líneas hace que la historia seduzca, ya que comienza la acción de inmediato y esto motiva al lector ha hacerse preguntas y seguir leyendo.
La historia se lanza in medias res y el planteamiento se ofrece posteriormente mediante retrospecciones. Este principio debe generar interés, determinar el tono, y establecer el tipo de historia que el lector comenzará a leer.
Principios que presentan un personaje.
Lo conveniente es caracterizarlo en plena acción, no tiene porque ser una acción intensa, pero un inicio con algo de movimiento siempre es mas atractivo que un inicio donde no ocurre nada. El hecho de que algo o alguien se esté moviendo implica que algo va a ocurrir inmediatamente, si describimos un personaje estático, tal como una fotografía, no generamos ningún interés. Pero si decidimos empezar la novela con la descripción de un personaje, además de caracterizarlo mediante sus acciones, palabras, pensamientos, rasgos, peculiaridades, etc... también tendremos que procurar que este inicio esté justificado. Es decir, que el personaje tenga una relevancia destacada en los acontecimientos que se narran a continuación.
Principios que presentan un escenario.
En este inicio no ocurre nada interesante, por lo que comenzar una novela con la descripción de un escenario no es conveniente. Pero si que lo sería si fuese de máxima relevancia para la historia; como el lugar donde se desarrollaran los hechos de la historia.
Aquí tenemos dos opciones:
- Describirlo de manera activa: estableciendo sus características a medida que el personaje lleva a cabo acciones en ese espacio.
- Describirlo de manera pasiva: efectuando una descripción estática sin ningún tipo de acción.
Es un buen inicio cuando tratamos una historia maravillosa, ya que situamos al lector desde el primer párrafo en ese mundo mágico.
Principios que establecen una situación.
Son principios que explican las circunstancias que rodean a los personajes. Lo mejor es contarlo de modo sintético para narrar enseguida el conflicto.

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