Recursos para ordenar el tiempo de la narración: Resumen, elipsis, escena, descripción, digresión, y dilatación.
Tanto el resumen como la elipsis son dos recursos narrativos vinculados a la estratega de contar.
El resumen permite referir un extenso arco temporal o una gran cantidad de hechos de manera sucinta y es la herramienta clave para unir las escenas(toda narración es un encadenamiento de resúmenes y escenas).
Generalmente se utiliza cuando los hechos no tienen importancia central y basta con abreviarlos, cuando queremos exponer hechos que no queremos contar en ese momento,, y para exponer hechos que se repiten.
En el resumen el tiempo de la acción es mayor que el de la narración, por ello aporta agilidad a la narración Cuanto más tiempo abarque la historia cronológica, más tendremos que acudir al resumen. Así que si queremos escribir algo corto no intentemos abarcar mucho tiempo en las acciones, pues no podríamos acercar a los personajes al lector.
La elipsis es similar al resumen, pero se omiten los hechos ocurridos en un tiempo dado. Por ejemplo: se habla del nacimiento de una niña y una profecía, en el siguiente párrafo la niña ya tiene quince años y le llega la profecía.
Es decir, que se elimina parte de la historia de un relato. Puede ser porque estos hechos no tengan importancia, por que esperamos una ocasión más adecuada para narrarlos, porque queremos que el lector los construya, etc...
Generalmente, los textos están llenos de elipsis que abarcan desde periodos de tiempo muy cortos, hasta meses, años, o siglos.
Cuando en el texto se indica que ha pasado cierto tiempo, hablamos de elipsis explícita.
Cuando en el texto no aparece ninguna referencia de que ha habido un salto temporal, hablamos de elipsis implícita. El lector deberá deducir de la propia acción del relato que hemos obviado parte de la historia, y por tanto; está ante un salto temporal.
La escena
Con la escena, el tiempo de la historia es igual al tiempo del relato. Es como si narrásemos en directo, los personajes actúan en un lugar y un tiempo determinados. Lo que genera en el lector la sensación de asistir en tiempo real a los acontecimientos que se están narrando; y este hecho hace que el lector se sumerja de lleno en el relato.
Mediante la escena también mostramos a los personajes, tanto su mundo interno, como su mundo externo.
Toda escena tiene un recorrido. el personaje va de un lado a otro realizando acciones que lo muestran ante el lector. Así, el tiempo de la escena dependerá del tiempo que lleve a este personaje a realizar tales acciones. Y una vez terminadas estas acciones, daremos la escena por finalizada.
Estas acciones pueden ser tanto internas, como externas. pero sin acción no hay escena.
La descripción.
En la descripción, el tiempo del relato será mayor que el tiempo de la historia. es como si detuviésemos la acción momentáneamente. Es como un momento detenido para observar. aunque en ocasiones puede haber un mínimo de acción, pero aún así, se produce una pausa en el desarrollo norman de la acción.
La digresión.
También es una pausa en la narración. Pero en este caso la acción se detiene por introducir en el relato una reflexión del narrador.
El narrador se olvida por un momento del relato para ensayar una reflexión general sobre cualquier asunto que haya suscitado el desarrollo de la trama.
Las reflexiones que verbal, o mentalmente pueden hacer los personajes no se considera digresiones, ya que son acciones.
La dilatación.
En la dilatación, el tiempo el tiempo del relato es mayor que el tiempo de la historia, aunque no se detiene.
Es como si el tiempo transcurriese a cámara lenta. En la dilatación, se pueden incluir descripciones y repeticiones. También mostrar el mundo interior de los personajes.
En realidad, la dilatación, es una escena en la que no ocurre nada.
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